Hola a tod@s, por fin he vuelto de este precioso sueño que ha sido mi boda y la luna de miel en China, pero no ha hecho más que empezar, porque estar juntos compartiendo todo también es un sueño.

Primero antes de empezar a contar todo, quiero dar las gracias por todas vuestras felicitaciones, me habéis emocionado.

Y por supuesto felicitar a Finea y a Queme

(vaya sorpresa cuando me entere) que espero que lo hayan disfrutado tanto como yo.

Voy a empezar por el día de la boda, el viaje tendrá que ser más tarde porque es muy largo de contar.

Os puedo decir que nunca me había sentido más feliz, en ningún momento me sentí nerviosa, ni antes, ni durante el acontecimiento.

Lo

único que quizás se pasaba por mi mente es esa semana que no paraba de llover, pero yo ya tenía preparado mi enorme paraguas de Saltimbanco si la ocasión lo requería.

Y resultó que no, que por el destino o algo maravilloso los cielos abrieron y el sol resurgió para brillar e iluminarnos a todos.

Así que cuando salí de mi casa a prepararme iba si cabe, más contenta.

Después de comer ya las

últimas preparaciones, todos nerviosos a mi alrededor y yo poniendo calma, algo inusual.

Bajamos, nos hicimos alguna foto y espere un rato, porque sino llegaría demasiado pronto.

Cuando ya estaba cerca recibimos una llamada de Jorge, mi marido

¡uy que raro suena!, a

él sí se le oía nervioso, por lo visto el bautizo anterior se había retrasado y nuestros músicos no pudieron entrar hasta las 6:20 de la tarde y se supone que a y media empezábamos, así que el pobre diciendo:

"por favor esperar no vengáis todavía", yo lo dije venga cálmate, tú nos avisas cuando podamos ir.

Así que parados más de 20 minutos de conversación con nuestro amigo Rafa que conducía.

Por fin llegó el aviso

(todo el mundo creía que era yo la que me retrase), llega el coche y según bajo, las primeras caras que veo son dos amigos que tengo muy cerca de mi corazón, y se los debo a esta nuestra maravillosa web Eli y Amilos, así que puse una sonrisa de oreja a oreja, vino mi hermana me coloco la cola, desplegué mis mangas que llegaban hasta el suelo, cogí el brazo de mi padre y nos pusimos en la puerta, y ya de lejos vi a Jorge

(también con una gran sonrisa) y a su madre.

Y así, al ritmo de

"Boda celta" una música escocesa, entramos mi padre y yo.

Desde el primer momento Jorge y yo nos sonreímos y no paramos en toda la ceremonia.

Un amigo leyó parte del Cantar de los Cantares con mucho sentimiento, luego subió el hermano de Jorge y después entre las lecturas y el evangelio, sonó esa preciosa flauta de la canción

"A window to the past" de

"Harry Potter y el prisionero de Azkaban.

Después del evangelio llegó lo que todos esperaban, los votos, que con voz alta y clara nos dijimos sin titubear y sin equivocarnos, ya que nos salía de dentro, nos pusimos los anillos

(aquí tuvimos un problemilla ya que no salían de la bolsa que llevaba mi padre, yo les había puesto vaselina, porque nos quedaban un poco pequeños, y no quería que se atascaran en el dedo y al final se quedaban pegados) y por

último mi sobrina trajo las arras

(que guapa estaba).

Después vino la firma de los testigos mientras sonaba una preciosa canción llamada

"Beren Y Luthien" compuesta por mis amigos que tocaban tan maravillosamente y acompañaron toda la ceremonia con una preciosa música celta.

Hubo un par de momentos especiales que no puedo pasar por alto, uno cuando después del Padre Nuestro nos pusieron el

"Paño de hombros" envolviéndonos a Jorge y a mí mientras nuestros padres, a

él su madre y a mí, mi padre, nos ponían la mano en el hombro bendiciendo el matrimonio y otro la paz, ya que empezaron a sonar con todo explendor los acordes del violín de Rohan, mire a mi familia y mis amigos y luego a Jorge, no olvidaré nunca sus caras.

Después salimos y recibimos con los brazos abiertos las felicitaciones de todos los que nos acompañaron en esta inolvidable ceremonia.

Nos hicimos muchas fotos y salimos todos a celebrarlo al Casino de Madrid un sitio fascinante.

Y bueno aquí resumiré un poco porque sino os vais a aburrir de toda la parrafada que os estoy soltando.

El cocktail casi lo perdimos, porque claro el fotógrafo no te deja ni a sol ni a sombra, pero de la cena disfrutamos mucho y sobre todo la hora de saludar a todas las mesas, donde realmente te das cuenta de toda la gente que esta y la verdad que no es porque lo diga yo, pero creo que todo el mundo se lo estaba pasando estupendamente y espero que estén disfrutando de la recopilación de música que compartimos con todos, para nosotros la trayectoria de la vida compartida hasta ahora.

Termino la cena y bajamos a la discoteca, allí nos marcamos un vals con una canción de Within Temptation, pero todavía no se si quedo demasiado bien y bueno que más os voy a contar, que muchos se emborracharon, otros bailaron hasta dejarse los huesos y esas cosas que pasan en las bodas.

Puedo decir que el

único momento triste fueron las despedidas de los amigos que no viven cerca, pero bueno solo era un hasta luego, porque no dudéis que nos veremos.

De allí nos fuimos al hotel a recuperar un poco el cansancio, porque salíamos al día siguiente al lejano Oriente, pero este capítulo será otro día.
