





QUE YO SIEMPRE AMÉ.




Que yo siempre amé
yo te traigo la prueba
que hasta que amé
yo nunca viví


que yo amaré siempre
te lo discutiré
que amor es vida
y vida inmortalidad

esto

entonces yo no tengo
nada que mostrar
salvo el calvario
__________________________Emily Dickinson.





DIRÉ CÓMO NACISTEIS

Diré cómo nacisteis, placeres prohibidos,
como nace un deseo sobre torres de espanto,
amenazadores barrotes, hiel descolorida,
noche petrificada a fuerza de puños,
ante todos, incluso el más rebelde,
apto solamente en la vida sin muros.


Corazas infranqueables, lanzas o puñales,
todo es bueno si deforma un cuerpo;
tu deseo es beber esas hojas lascivas
o dormir en ese agua acariciadora.

No importa;
Ya declaran tu espíritu impuro.


No importa la pureza, los dones que un destino
levantó hacia las aves con manos imperecederas;
no importa la juventud, sueño más que hombre,
la sonrisa tan noble, playa de seda bajo la tempestad
de un régimen caído.


Placeres prohibidos, planetas terrenales,
miembros de mármol con sabor de estío,
jugo de esponjas abandonadas por el mar,
flores de hierro, resonantes como el pecho de un hombre.


Soledades altivas, coronas derribadas,
libertades memorables, manto de juventudes;
quien insulta esos frutos, tinieblas en la lengua,
es vil como un rey, como sombra de rey
arrastrándose a los pies de la tierra
para conseguir un trozo de vida.


No sabía los límites impuestos,
límites de metal o papel,
ya que el azar le hizo abrir los ojos bajo una luz tan alta,
adonde no llegan realidades vacías,
leyes hediondas, códigos, ratas de paisajes derruidos.


Extender entonces la mano
es hallar una montaña que prohíbe,
un bosque impenetrable que niega,
un mar que traga adolescentes rebeldes.


Pero si la ira, el ultraje, el oprobio y la muerte,

amenazan abriendo sus torrentes,
de otro lado vosotros, placeres prohibidos,
bronce de orgullo, blasfemia que nada precipita,
tendéis en una mano el misterio.

Sabor que ninguna amargura corrompe,
cielos, cielos relampagueantes que aniquilan.


Abajo estatuas anónimas,
sombras de sombras, miseria, preceptos de niebla;
una chispa de aquellos placeres
brilla en la hora vengativa.

su fulgor puede destruir vuestro mundo.

___________________________________Luis Cernuda.





GRATIA PLENA

Todo en ella encantaba, todo en ella atraía:
su mirada, su gesto, su sonrisa, su andar.



El ingenio de Francia de su boca fluía.

Era



Ingenua como el agua, diáfana como el día,
rubia y nevada como Margarita sin par,
al influjo de su alma celeste amanecía.



Era llena de gracia, como el Avemaría;


Cierta dulce y amable dignidad la investía
de no sé qué prestigio lejano y singular.

Más que muchas princesas, princesa parecía:
era llena de gracia, como el Avemaría;


Yo gocé el privilegio de encontrarla en mi vía
dolorosa; por ella tuvo fin mi anhelar,
y cadencias arcanas halló mi poesía.

Era llena de gracia, como el Avemaría;




pero flores tan bellas nunca pueden durar!

y a la Fuente de gracia, de donde procedía,
se volvió.



__________________________Amado Nervo.





PARAD LOS RELOJES

Parad los relojes, descolgad los teléfonos,
impedid que el perro ladre dándole un hueso jugoso.

Silenciad los pianos, y al compás de amortiguados tambores,
sacad fuera el féretro, y dejad que entren los amigos.


Que los aviones den vueltas en señal de luto
y escriban en el cielo el mensaje:

poned cintas de luto en los blancos cuellos de los cisnes,
y que los guardias se pongan sus guantes negros de algodón.



mi semana de trabajo y mi descanso dominical,
mi día y mi noche, mi charla y mi música,
pensé que el amor era eterno: estaba equivocado.


No quiero estrellas ahora, haced negra la noche,
retirad la luna, oscureced el sol,
vaciad los océanos y talad los bosques,
porque ahora ya nada podría hacerme ningún bien.

__________________________________W.H Auden.





