Un tío va a ver al médico y le explica:

-Doctor, tengo un dolor que me empieza en los testículos, da la vuelta hacia la espina dorsal y me llega hasta el cerebro con una fuerza brutal.

Le hacen cienes de pruebas y al final el doctor le dice:

- Mire usted, lo suyo solo tiene una solución: hay que amputar.

Hay que castrarle.

El hombre se queda a cuadros, claro y decide obtener una segunda opinión.

El resultado es idéntico.

Una tercera, lo mismo.

Incluso el médico le insiste en que, si no se opera pronto, podría tener consecuencias drásticas.

El pobre tipo se decide a pasar por quirófano donde le son extirpados ambos testículos

(o sea, le cortan los huevos).

Algunos meses después, este mismo individuo necesita hacerse un traje y acude a un sastre prestigioso.

èste le toma medidas y al llegar a la entrepierna le pregunta:

-Hacia qué lado calza?

El interfecto se queda pensativo y pregunta a su vez si eso tiene mucha importancia, a lo que el satre le replica:

-Ya lo creo que la tiene, si el pantalón va a justado al lado que no debe,

tendrá dolores que le empiezan en los testículos, dan la vuelta hacia la espina dorsal y le llegan hasta el cerebro con una fuerza brutal.
