
Agustinadearagon escribió:Es cierto.

Lo

único que me han servido estos años han sido para desgastarme, frustrarme, darme cuenta una vez más de la mezquindad de la gente, de la falta de compañerísmo, del poder inarrebatable a los que ostentan el poder y de que tan miserable es el que comete una injusticia, como el que se esconde y deja que la injusticia se siga cometiendo, aún en sus propias carnes.

El miedo, ya se sabe, las hipotecas, y todo eso.


Te imagino como una excelente luchadora por los derechos de los trabajadores.

:)

Creo que las cosas han cambiado y mucho.

Hace dos años sobreviví una ere en mi empresa.

Ahora anuncia una reestructuración.

Saben quien se va y quien no.

No nos dicen nada.

Hay puestos nuevos sobre la mesa.

A ciertas personas les dan toques en el hombro y les llevan a una esquina para preguntarles si van a solicitar un puesto o no.

Si no viene el toquecito ya puedes empezar a temer.

Dicen que mi departamento será radicalmente diferente, pero no dicen como.

Por lo cual no sabes si debes ir por un puesto que tampoco te interesa mucho o quedar esperando, como el conejo asustado en medio de la carretera.

La gente susurra, hay cotilleo, hay un salvase quien puede.

Es un ambiente que me acuerdo de

‘el método gronholm’.

Lo

único que sabemos es que dentro de 2 semanas saldremos de dudas.

Mi comité, no han contestado mis correos.

No nos han dicho nada.
