Como se ha podido leer en varios sitios, Agustín Díaz Yanes hizo ver la película

‘El gatopardo’ a los que iban a hacer

‘Alatriste’, así que he vuelto a verla para intentar saber qué puede aportar.

Es la historia de un aristócrata en Sicilia en la década de 1860, de modo que en principio no tiene mucho que ver con un soldado casi siempre en paro en la España u Holanda de la década de 1620.

Lo que le he podido sacar, así pensando, es que tienen en común el ser una historia que le ocurre a un personaje cuarentón en un momento de cambio, en el que la sociedad a la que está acostumbrado se derrumba a su alrededor.

En la película los soldados de Garibaldi entran en Sicilia durante el Risorgimento y amenazan con acabar con la sociedad fuertemente aristocrática de la que el prota, no por nada llamado Príncipe Fabrizio Salina, es el pez más gordo.

Alatriste, por su parte, también ve cómo los grandes tiempos de Felipe II desaparecen

(al final del libro 2 lo habla con Saldaña), pero desde muchos peldaños más abajo, sin poder hacer nada por influir.

Por el contrario, don Fabrizio es la persona de quien dependen muchos votos, matrimonios y patrimonios.

Hay un momento donde dice que el tiempo de los tigres y leopardos

(de ahí el título) se acaba y llega el de las hienas y los chacales.

Quizá sea este sentido de que se pasa de una edad de oro a otra de otro metal más bajo

(visto desde el punto de vista del protagonista) el vínculo que ADY busca.

Sin embargo, a falta de saber lo que pase con Alatriste a partir de las novelas y lo que se vea en el guión, la manera que tienen ambos de enfrentarse a esos cambios es muy distinta.

No comentaré lo que hace Salina, por si alguien la quiere ver, pero digamos que si Alatriste estuviera en su lugar seguramente no actuaría así.

Claro que habría que ver cómo actuaría un Alatriste que fuera príncipe y tuviera siete hijos.

A lo mejor ADY ve un paralelismo mayor aquí que yo.

Otra cosa

útil podría ser que ambas películas son adaptaciones literarias de libros muy queridos, la italiana escrita por Giuseppe Tomasi di Lampedusa.

La crítica siempre la ha alabado como una adaptación cinematográfica modélica, así que a lo mejor la inspiración viene por ahí.

Pero no creo que ADY haya hecho leer el libro a los actores y técnicos, y además el guión es suyo, con lo cual el trabajo de comparación le toca sobre todo a

él.

Otro elemento más es que en ambos casos el actor principal es un estadounidense metiéndose en el papel de un personaje del pasado europeo bajo la mirada escrutadora de nativos, americanos y críticos que no iban a perdonar fracasos.

De nuevo este elemento, la actuación de Burt Lancaster, fue muy ensalzado por la crítica, y esto incluso teniendo en cuenta que Lancaster rodó su papel en inglés y luego fue doblado por otra persona al italiano, cosa en que Viggo Mortensen le va a superar.

Seguramente ADY busca que Viggo tire de toda la película de la forma que Lancaster y su impresionante porte dominan toda Sicilia, sin el complejo de ser extranjero.

Otra cosa que podría buscar ADY es cómo rodar un filme de

época, ya que es una tarea en la que nunca se puede tener excesivo cuidado o experiencia.

Pero como

él mismo ha dicho, el XVII español es feote y el XIX italiano es bello.

Por lo que hemos visto, Alatriste va a ser tenebrista, de callejón madrileño, puerto nocturno sevillano y caponera holandesa, mientras que

‘El gatopardo’ muestra una Sicilia veraniega, soleada, de grandes espacios, tanto naturales como en los inmensos palacios del príncipe

(éste llega a decir que no merece la pena vivir en un palacio donde se conocen todas las habitaciones).

Además en Alatriste se lucha y se mata, bien, mal, feo o espectacular, mientras que el príncipe Salina sólo oye hablar de la guerra, en la que son otros dos personajes los que participan

(uno de ellos nada menos que Terence Hill, el colega de Bud Spencer.

Che frichi!), y la

única escena de batalla, bastante mala, tiene mucha gente y poca tensión.

Por

último, en Alatriste deberían pasar muchas cosas y hacerse corta a pesar de durar 2 horas 15, mientras que en

‘El gatopardo’ no pasa gran cosa, y se alarga demasiado hasta 3 horas,

(y el montaje original es 25 minutos más largo aún).

O a lo mejor el vínculo de unión son los camisas rojas de Garibaldi con la Marea Roja nuestra, jeje.

En fin, que si alguien se entera de algo mas…