Bueno, aunque reconozco que me da muchísima vergüenza, voy a copiaros un relato con el que gané el primer premio de relato breve en el instituto, cuando estudiaba 1º de Bachillerato.

Andrea subía las escaleras de su piso aceleradamente

, puesto que eran las cinco y media de la tarde y se disponía a entregar un paquete a su abuela a las seis.

Seguidamente

, entró en casa

, dejó el bolso tirado en el sofá y buscó algo de comer entre la zanahoria del

último rincón perdido del frigorífico y la lata de conservas pasada de fecha en la despensa

.

Descansó un poco y se fue

, paquete en mano a toda prisa.

De repente

, cuando se dirigía a casa de su abuela

, recibió en el móvil una llamada de un amigo

, pidiéndole por favor que se acercara al bar donde trabajaba para ocuparse de su hija

, ya que cerca del lugar de empleo

, no había ninguna guardería o algo que se le pareciera.

Andrea no tuvo más remedio que acudir

, al fin y al cabo

, Diego era su mejor amigo y no podía dejarle tirado

, ya que

él

, nunca lo había hecho.

Se sentó en el bar y pidió una coca-cola

, por supuesto

, invitaba la casa.

Mientras tanto

, Lucía se quedó al lado de Andrea

, callada.

Veía la gente pasar.

La misma gente

, la misma ropa

, casi las mismas bolsas.Bolsas de todas las marcas habidas y por haber

, y por primera vez en su vida

, se preguntó que llevarían esas personas dentro de aquellos sofocados plásticos.

Se acordó del paquete que le tenía que entregar a su abuela

,

¿por qué tanta prisa?,

¿qué tendría ese paquete

, que le hacía tan interesante y secreto?A lo mejor sería unas revistas de punto de cruz por correspondecia

, o algo que requisiese más atención o delicadeza.

Y pensó: Gran parte de las personas

, pasan su vida movidas por el deseo de ser como los demás

,como si fueran robots que trabajan en una gran fábrica de juguetes y que siempre fabrican los mismos

, ya que

ésos son los que se venden y los que la gente compra y consume.

Delante de la mesa donde Andrea y Lucía estaban sentadas

, pasaron dos extranjeros

, cargados con mochilas

, macutos y parecían cansados.

Uno de ellos

, colgaba el cartel de

<<We need a hostel

>>

(necesitamos un albergue).

Él

, se dispuso a preguntar

, dónde se encontraba alguno a un hombre que miraba un escaparate.

Éste

, al ver que era de lengua

"guiri", se retiró disimuladamente y dejó al pobre hombre con la palabra en la boca y sin ayuda.

Andrea pensó: Las personas se retiran de algo que les puede avergonzar o intimidar delante de los que son iguales que ellas.

En estos tiempos que corremos

, la gente teme no ser aceptada por el resto de la sociedad por lo que a veces

, se deja de luchar por lo que uno cree y por los principios que se defendían

, aún sabiendo

, que se ha obrado de forma equivocada y entras a formar parte del montón unicerebral

.

¿Por ello no ayudó el hombre a aquellos viajeros? Sí.

Andrea

, fue hacia ellos

, sin perder de vista a Lucía y con un inglés muy spanglish

, les dijo la dirección de un hostal donde podrían dormir

, agusto y caliente

, esa noche

, que se preparaba fría.

Tuvo la impresión de que había hecho algo provechoso por dos desconocidos y eso le hizo sentir bien.

Después se sentó nuevamente en la silla y vio en la cara de Lucía una sonrisa.

No sabía muy bien si era por las palabras extrañas que salían de su boca

, mientras hablaba con los extranjeros

, o es que ella

, al igual que Andrea

, también tenía la sensación de que había hecho algo fructífero por dos personas

, que estaban necesitadas de un lugar

, en el cual resguardarse de las bajas temperaturas.

Una pareja de ancianos andaba despacio

, con el brazo de la señora enlazado con el de

él.

Parecían felices.

Mi querida Andrea pensó: En el mundo somos miles de millones de personas y todas distintas.

¿Habrá alguien en el planeta que haya nacido para que un dia

, el menos pensado y esperado

, aparezca como por arte de magia y se nos presente? Cuesta creerlo.

Como dijo el filósofo madrileño

, José Ortega y Gasset

"Hay quien ha venido al mundo para amar a una sola mujer y

, consecuentemente

, no es probable que tropiece con ella.

"
Por ello

, prefiero degustar el sabor agridulce del amor con más de una persona que comparta mi vida

, ya que así podré aprender distintas enseñanzas de ellas

, y mi corazón lo amará con tanta incondicionalidad y fuerza

, que no volverá a su frágil memoria el intento de bucear en la sociedad

, en busca de un tesoro perdido

, de un amor longevo y duradero que sólo existe en mi imaginación.

En cambio

, si sólo busco a una persona

, me podré pasar el resto de mi vida intentando hallarla

, sin resultado y todo lo que aprendo con los demás hombres

, me costará una vida entera poder aprenderlo del hombre al que mi alma busca con tanto

ímpetu.

Su reflexión sobre el amor se vio interrumpida por la mano de Lucía que pegaba suavemente sobre su brazo.

Quería ir al parque

, mientras que su padre terminaba de trabajar.

Andrea

, amablemente

, la tomó de la mano y ambas se dirigieron al parque.

Ella se quedó sentada en un banco

, mientras Lucía jugaba con los demás niños.

Observaba atentamente a los pequeños

, y recordaba su infancia.

.

.

.

.

Se dio cuenta que hasta ahora

, su vida giraba en torno a las normas de una sociedad materialista

, que no le aportaba nada y que no le dejaba prestar atención a los pequeños detalles insignificantes que la vida le regalaba día a día.

Seguidamente

, Andrea dejó el paquete de su abuela en el banco y se dirigió junto a la niña.

Una niña que sin querer y con un silencio enternecedor

, le había permitido ir más allá de las apariencias y reflexionar sobre lo que vemos y oímos a diario.

El mundo tiene destino a ninguna parte

, mientras espera a un extraño que cabalgue a lomos de la felicidad.

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Ahora no escribiría eso, claro; pero eran cosas de la edad.

.

.
