La tristeza del capitán Alatriste
fotogramas.es

- 22/01/2015

Parece que ya sólo es cuestión de tiempo que recibamos la noticia de la cancelación definitiva de

'Las aventuras del capitán Alatriste', la serie de Telecinco que adapta las aventuras del personaje literario creado por Arturo Pérez-Reverte, y que anoche, en la emisión de su tercer episodio, lejos de remontar las bajas audiencias de los dos primeros capítulos, marcó su propio mínimo histórico.

Con un 6,9 por ciento de share, la serie obtuvo la peor audiencia de todos los contenidos emitidos en prime time, sólo superando a La 2.

Especialmente grave es que

'¿Quien quiere casarse con mi hijo?', la apuesta de Cuatro

(la hermana menor de Telecinco) para los miércoles por la noche, casi doblara la audiencia de Alatriste.

La serie ha sido foco de las críticas más duras desde la emisión de su primer capítulo.

Ni siquiera Pérez-Reverte se ha mordido la lengua en estas tres semanas, y ayer volvió a arremeter contra Telecinco, muy molesto por la decisión de la cadena de programar, en access prime-time, un resumen de

'Gran Hermano VIP'.

"Imaginen con qué estado estado estomacal veo a Belén Esteban y a Olvido Hormigos, tres minutos antes, de teloneras de Caridad la Lebrijana", publicó el escritor en su cuenta de Twitter, pese a que la intención de la cadena era, precisamente, intentar arrastrar a los seguidores del reality para que se quedaran en Telecinco viendo la serie.

La estrategia, obviamente, no funcionó, y

'Las aventuras.

.

.

' ha perdido 1,2 millones de espectadores respecto al primer episodio.

Lo cierto es que la serie no empezó ni mucho menos con buen pie.

La decisión de trasladar el rodaje a Budapest en plena crisis de la industria del audiovisual en España, y los rumores de que a Paolo Vasile, director general de Telecinco, no le gustaba nada el resultado final, fueron desde el principio piedras en el zapato para una producción que ha sido incapaz de definir a qué público quiere dirigirse, queriendo abarcar un rango de edad demasiado amplio, en una extraña mezcla de, salvando las distancias,

'Juego de Tronos'

(con desnudos incluidos) y un producto más familiar como

'Águila Roja'.

La ausencia de rigor histórico ha sido otro de los problemas que han irritado a Pérez-Reverte, que ayer mismo volvía a criticar una escena de la serie:

"Esa bandera inglesa colgada en Alatriste me ha repateado el hígado, lo reconozco.

Y mucho.

Ese asesor histórico que se ahorraron".

A quien el autor ha defendido a capa y espada en todo momento es a Aitor Luna,

"un dignísimo Alatriste" según sus palabras, así como al resto de sus compañeros de reparto.

--

Adaptando Alatriste
loquemasmegustaessalircorriendo.wordpress

- 22/01/2015

Quienes hayan seguido de manera habitual a Pérez-Reverte conocerán la mayor parte de su proceso de escritura, común por otra parte a las de cualquier escritor de best sellers.

Reverte parte de una idea, un esquema o bosquejo que, una vez definido y cerrado, va rellenando con lo que pilla por el camino.

A veces ni siquiera el mismo esquema es relevante o no pasa de ser una excusa.

Por ejemplo, si uno se quiere ir de vacaciones a Dublin o si se quiere sacarle partido al periodo vacacional, uno al volver escribe

'Dublinesca' como hizo Villa

[sic]

Matas o

'Canta Irlanda' como haría Javier Reverte.

En el caso de Arturin a veces parte de una investigación o un tema que le gusta, es decir, el relleno y sobre eso escoge una trama del libro de tramas que le vaya bien y que termina completando con otros morcillotes, descripciones y los frutos de

-suponemos- sus largas horas de investigación

(Follett por ejemplo hizo lo mismo cuando se flipó haciendo turismo con una catedral medieval, de ahí salieron

'Los pilares de la tierra').

Un ejemplo revertiano reciente: pongamos que un día se levanta tanguero y dice

"voy a escribir una novela sobre el tango", porque es un tema que le apasiona y porque tiene un lenguaje peculiar y pegadizo como el mismo baile.

Como libros sobre la historia del tango debe haber por decenas y como Reverte al fin y al cabo escribe novelas de las de venderse, para justificarse y sacar rendimiento a su pasión danzona le mete una historia de amor y espías.

Perez-Reverte es de corte más bien clásico en el tema amores, así que anticipamos que la relación será entre un hombre y una mujer, y para que la cosa no quede pobre completamos el guiso con otro de los ingredientes comodín en las novelas de aventuras, el ajedrez.

Con todo eso en el puchero le damos un golpe de calor y… listo.

Este proceso de escritura es tan válido como otro cualquiera, en especial para novelas de aventuras

-y si uno tiene que planificarse las vacaciones para hacer sesiones de investigación-, pero, como en la mayoría de los bestsellers, termina poniendo todo al servicio de una trama que como dijimos antes, ni siquiera tiene que ser original y puede ser conocida de antemano

-ciertos lectores de hecho lo prefieren así-.

Estilísticamente, en consecuencia, estos libros suelen valer un cerote.

Diálogos y personajes tienden a ser meros conductores de la historia, así que los diálogos rara vez son memorables, sino pobres directamente

-en particular los de Reverte me temo, que incluso los utiliza incluso

[sic]

para meter morcillas- puesto que su función es simplemente que la trama avance a mayor o menor velocidad y los personajes muy rara vez pasan del arquetipo.

De nuevo en el caso de Reverte, ni siquiera podemos decir que agote el catálogo

(la mujer fuerte, el héroe/perdedor no reconocido de vuelta de todo, el malo, y poquitos más).

Esto puede explicar porque

[sic]

, adaptando bestsellers, rara vez nos encontramos con nada decente

(salvo que detrás este Kubrik

[sic]

o Coppola), bien sea en película o libro, a no ser que el director sea capaz de dar con una buena mezcla o reescriba el libro, el espectador se verá defraudado por un ir y venir de acontecimientos en decorados más o menos bonitos mientras escuchan a actores de cartón soltar los diálogos de la novela que parecen tener la misma chispa de una cocacola abierta durante una semana.

Puede que la producción sea impecable, que incluso los diálogos sean los mismos, pero el mismo objeto narrativo despojado de la imaginación que le pone el lector se queda en algo pobre o frustrante.

Eso y otras muchas cosas suceden en

'Alatriste' y en las adaptaciones a la pantalla de Reverte.

A la dificultad intrínseca de adaptar un personaje de cartón que nadie se ha puesto a reescribir

(los escritores no suelen ser muy amigos de esto), se une a una producción insuficiente con lo que, carente de cualquier distracción que pudiera captar la atención del espectador

(ambientación histórica, fotografía, decorados, vestuario) como sucede en la magnífica

'Roma'

('Roma' además tiene un buen guión y un gran elenco) la serie hace aguas por todos los lados.

Obviamente esto no es solo responsabilidad del material de partida

(que siempre pudo enriquecerse, o adaptarse al medio), o de la poca pericia del equipo técnico/artístico, que también.

La adaptación también es mala porque uno tiene la impresión de que Telecinco, como cadena de televisión, solo compraba horas de televisión de capa, espada y a poder ser, tetas.

Telecinco solo quería un

'Águila Roja' deluxe, y eso, me temo, no solo no encaja ni remotamente con las expectativas de los alatristianos sino con el público en general, menos con el público de Telecinco.

Así pues, dificultad intrínseca, poca pericia y por

último, una elección nefasta a la hora de buscar compañeros de cama

(en serio, Arturin,

¿tanta era la pasta para venderle el capitán Alatriste a T5?), consiguen un producto condenado al fracaso que defrauda a todos por partes iguales y que, al igual que sucedió con la película, nos deja la sensación de producto fallido y oportunidad perdida.

Cortés, eso si

(debe haber guita de por medio), Arturo quiso curarse en salud alabando ciertos aspectos de la producción dejando una frase lapidaria a modo de conclusión: Telecinco no es la HBO.

Claro Arturo claro, sorprende que no lo supieras, Telecinco no es la HBO, ni el espectador que consume horas de Mermelada y deluxe a cascoporro posiblemente comparta especie con el que paga religiosamente su cuota a la HBO para recibir producciones de calidad,

¿nos enteramos ahora?

PD: Reverte en la

última emisión protesta por estar programado después de Belen Esteban, y aprovecha para recordar que no le vendió los derechos a Telecinco, sino a una productora independiente aunque todo apunta a que las nominas las paga Vasile.

En cualquier caso Arturo: no vende uno a su personaje franquicia por un plato de lentejas.
