Creo que ya somos varios los que debemos darle a la valeriana, no sólo Arturo.

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En fin, no había oído lo de Manolete y las estocadas a los rojos, pero.

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qué le pasa a este país nuestro, empeñado en destrozar sus mitos mientras ensalza a los peleles?? Se tratará de alguna especie de tara nacional genética?? Ya no se puede admirar a nadie, cuando menos te lo esperas te sueltan que aquella era una hijaputa, el otro un yonki y los de más allá unos ladrones.

Hay acusaciones absolutamente estúpidas

(que a estas alturas pretendan descalificar a nadie con supuestos bollerismos y demás salidas armariles, clama al cielo, sobre todo teniendo en cuenta la más que clara orientación sexual de la mayoría de los

"tertulianos" de la basura rosa.

No es raro que sean precisamente ellos, los más

"locas", los que señalen con el dedo, como si dormir con otro señor fuera algo malo??) Pero lo peor son las acusaciones salvajes, como esa que comnetáis sobre Manolete.

Conste que odio la, para mí mal llamada,

"fiesta nacional", y no siento ningún respeto por la profesión de

"torero"

(sí por quienes la ejercen, que para algo son personas), pero eso no quiere decir que me divierta viendo el nombre de un señor

(que por otra parte me la suda) pisoteado por los suelos sopotocientos años después de su muerte.

A santo de qué? Por qué? Para qué? Es decir, que los viejos mitos deben ser crucificados, porque atufan a Caudillo y a España Cañí paleta, y sólo mola lo modelno, lo chachi, lo cool.

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No sé.

Soy una izquierdosa radical, y la España Cañí me da repelús, pero la reconozco como parte de la historia, ahí está, ya pasó, punto.

Y me da la cabeza para saber que las realidades valen lo que valen en el momento en el que son, que no todo lo de antes era tan malo ni todo lo de ahora es tan maravilloso, que los héroes de entonces no lo serían ahora, y viceversa, que no hay por qué arrastrar por el barro la memoria de nadie, por franquista que fuera

(que siendo torero no me lo imagino yo del PC, vamos, cae de cajón) y que todas esas imbecilidades a estas alturas suenan mucho a revancha fácil, parecido a lo que hablábamos una vez de cómo to dios se cree con derecho a enarbolar banderas y reclamar memorias históricas cuando, en mi opinión, sólo los que lo vivieron tendrían derecho a hacerlo.

Pero bueno, lo dicho: que ahora vale todo, que la caja tonta está llegando a límites absurdos y que lo mejor es apagarla y abrir un libro, como decía Groucho

(que, por cierto, era un cabrón tacaño, machista e insoportable, lo que no quita para que fuera un humorista genial).
