Se me ocurrió este hilo porque no sabía donde poner esta entrevista, si los moderadores creen que es mejor ponerla en un sitio apropiado, encantada.

.a veces es difícil ubicar las cosas.

.lo siento!!

:D

Luis Alberto de Cuenca:

"Homero es el John Ford de la poesía"
diariogranadahoy.com

- 27/10/2007

En el mundo de la literatura hay que ser muy valiente para decir que Pérez-Reverte

"es una de la mejores plumas de Europa".

El poeta Luis Alberto de Cuenca se atreve sin despeinar su cabellera de gentleman.

"Me parece injusto que por ser intelectual te tengan que gustar los libros que no entiendes o que sean confusos".

Toda una declaración de principios.

-Pregunta obligada.

¿Qué opinión le merece los

últimos acontecimientos en la Biblioteca Nacional que usted dirigió?

-La dirigí entre el 96 y el 2000, y la verdad es que estas cosas son desagradables y hay que intentar corregirlas.

Pero es algo inevitable en todas las bibliotecas.

Afortunadamente después se han localizado los mapamundis que había robado ese individuo.

La verdad es que he seguido el tema de una manera muy secundaria.

Lo

único que siento es buenas vibraciones, porque se han encontrado.

-¿Le ha dolido la instrumentalización política de este robo?

-Todo se utiliza políticamente.

Como ex director de la Biblioteca asumo que es algo que puede ocurrir.

Hay que ahondar en las medidas de protección, aunque todos sabemos que las Torres Gemelas cayeron.

Con eso está dicho todo.

-¿Le costó desligarse del traje de político para volver a ser visto en primer término como literato?

-La verdad es que no, porque creo que nunca perdí el aura de intelectual cuando estuve en política.

En ese sentido, cuando estaba en política me he sentido tratado como un hombre de la cultura.

-Pero sí saldría con más enemigos de lo que tenía.

-En política siempre se sale con más enemigos.

-Muchos le conocieron como contertulio en el programa de José Luis Garci

'Qué grande es el cine'.

¿Quién es el John Ford de la poesía?

-El programa de Garci es una pena que se haya politizado, y nos hemos quedado sin su programa.

En todo caso, el John Ford de la poesía es Homero.

No voy a pecar de original.

Yo soy de Filología Clásica y me voy a mis queridísimos autores.

-¿Por qué hay que seguir leyendo a los clásicos?

-Porque son bastante más modernos en general que los presuntamente modernos.

Los clásicos han pasado por la prueba de fuego de la permanencia, y son siempre una buena apuesta de lectura.

Estos libros siguen diciendo cosas a todas las generaciones.

-Como traductor,

¿qué se pierde en el camino al traducir a los clásicos?

-Siempre se pierden cosas, y no sólo pasa con los clásicos.

Lo ideal es lo que estamos haciendo en España, conocer otras lenguas, y tener a nuestra mano tres o cuatro lenguas es algo que nuestra educación debe cuidar.

Claro que se pierde algo.

Los italianos lo dicen muy bien:

"Tradutore, traidore", es decir, que el traductor es un traidor.

Pero en cualquier caso, sin traducción no hay historia literaria.

Creo en el concepto de literatura universal y esta se fabrica a golpe de traducción.

-¿Cree que lo que ahora se viene en llamar literatura políticamente incorrecta tiene algo también de pensamiento

único?

-Puede ser.

Pero a mí me irrita la corrección política.

En cualquier caso estoy a favor de la incorrección, porque estamos asfixiados en un mundo de la mentira, de la parodia de nosotros mismos.

Hay que llamar a las cosas como son, y no hay que obedecer a las premisas que no hacen sino interrumpir el diálogo entre la gente.

-La pregunta era en el sentido de que usted es de los pocos eruditos que se atreven a decir que le apasiona Arturo Pérez-Reverte.

Eso, en el mundo literario, es de lo más políticamente incorrecto que se puede decir.

-Claro.

El problema es que la gente nunca dice lo que piensa.

Se lo pasa bomba con una película del Oeste y luego dice que va a ver una película de arte y ensayo.

Me parece injusto que porque seas intelectual te tengan que gustar los libros que no entiendes o que sean confusos.

Lo que más admiro es el Renacimiento, y en esa

época había una claridad del acervo cultural.

En ese sentido, Reverte es un clásico en su manera de concebir sus argumentos.

Viene de la tradición decimonónica, y la verdad es que es una de las plumas mejor dotadas de Europa.

-Se le adscribe a usted entre los poetas culturalistas aunque existe en su poesía una voluntad de claridad, de versos diáfanos, inteligibles.

-Cuando empecé a publicar, la oscuridad era algo casi obligatorio.

No sabes cómo comunicar lo que quieres.

El camino es hacia la claridad.

Pasó con la Generación del 27.

Vicente Aleixandre publica libros hermosísimos en su juventud, pero más oscuros y cercanos a la escritura automática, como

'La destrucción del amor', y en la posguerra se va humanizando, se acerca al común de los mortales.

En mi caso ha habido un itinerario hacia la claridad.

Creo que es el camino correcto.

Esto se ve en

'Los mundos y los días', la tercera parte mi poesía completa.

-La palabra

"héroe" se repite en algunos títulos de sus libros, así como una evocación a Gilgamesh.

¿Qué le interesa de esta palabra?

-Me interesa porque lo más grande que el hombre puede llegar a ser es un héroe.

Una persona normal a la que se le pone en una situación límite y que obra de una manera ejemplar, generosa.

Se entrega.

Yo creo que héroes podemos ser todos.

Recuerdo una película de Sam Peckinpah,

'Perros de paja', donde Dustin Hoffman interpreta a una persona corriente que se convierte en un héroe.

Creo que es el espejo en el que debemos mirarnos.

Para que la humanidad mejore tenemos que intentar adoptar esos modelos.

Pero en la medida de nuestras posibilidades, porque hemos venido al mundo para pasar unos años y poco más.
