A ver, que nos desviamos.

La cena.

Como desde mi rincón no se oía gran cosa no puedo decir mucho.

Recuerdo que al mencionar la patente del Yónatan y la Yessi no pude evitar contarle el comentario que publicó Ina

("Sigurni, hasta'l coño nomás").

Cuando habló de lo poco que le gusta repetir siempre lo mismo, hubiera querido meter baza y recordar una frase de mi admirado Delibes escribió en
Un año de mi vida

("cada vez me hacen hablar más y cada día tengo menos cosas que decir").

Al final, me acerqué

(ya habíamos perdido la etiqueta, la educación, las formas y aún faltaba cantar lo de

"Adelita"

:lol:

) y le pregunté a Arturo por el prota de la serie de Alatriste.

Me contestó que le propusieron a Juan Diego Botto y dijo que no, que vio una prueba y le pareció mejor y luego todo quedó parado.

Le pregunté si veía a algún Alatriste que no fuera Viggo y respondió que no.

Entregados los regalos, Arturo le preguntó a

Ángel si se iban a casa o si

"te quedas con

éstos", pregunta retórica pero que

Ángel consideró muy seriamente y cuando empezó a responder

("bueno,

¿qué vais a hacer.

.

.

?" o algo así, dijo) Arturo lo cortó de golpe diciéndole

"anda, vámonos que tú ya estás muy mayor".

Hubiera sido un puntazo irse por ahí con

Ángel, aunque no sé si nos habría desplumado a todos

:lol:

(es brooooma).

Aunque a las otras dos cenas a las que he asistido Arturo llegó con una sonrisa de oreja a oreja y

en ningún momento dio la impresión de estar cumpliendo un trámite engorroso con una panda de admiradores chiflados, en esta ocasión lo noté mucho más relajado y a gusto.

Me firmó tres libros, le pedí disculpas por traerle

"toda la biblioteca" y me dijo que nada, trae p'acá.

También observé que algunas dedicatorias eran más elaboradas

("esta historia de una mujer en territorio enemigo; un abrazo, Arturo" puso en
La reina del sur
).

En fin, que fue una velada muy agradable, un grupo de amigos cenando juntos más que una panda frikis con su gurú.

Del resto del finde.

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No sé por dónde empezar para no olvidarme a nadie.

Primero, destacar el gran fichaje del no menos grande Grognard, el noi de Roses, con quien compartí alojamiento y horas de caminatas y conversación y me entendí perfectamente.

Un ejemplo: ambos, sin mirarnos ni decir una palabra, nos callamos súbitamente como putas cuando, camino de la taberna conversando animadamente en catalán nos vimos rodeados por un grupo de skin heads que iba en nuestra misma dirección y luego sonreímos con complicidad cuando se alejaron.

Me encantó conocer a Adele, a la vital Finea, a Redsonja, a Riqy.

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A otros ya los conocía pero antes no los había tratado mucho y fueron agradables sorpresas

(qué jartá de reír con Crisand!!).

Y a todos los demás os extrañaba y me hizo muy feliz volver a veros.
