

He leído con atención tu carta.










En realidad, ningún mar es mala gente.









De una de esas situaciones hablé aquí alguna vez: fue a bordo del petrolero










Sin embargo, hay algo bueno en eso.












Y, bueno.










XLSemanal, 6 de marzo de 2011
Moderadores: Targul, Mithrand, Moderadores
Sólo quería decirte que, lo mismo que el mar, espejo de la vida, también la tierra firme-engañosamente firme- tiene borrascas perfectas que discurren por el corazón del ser humano, probándolo, tanteando su resistencia y su coraje.
Y que no hay mejor adiestramiento y ojo marinero para enfrentarse a ellas, aparte una saludable incertidumbre, que la lucidez, la tenacidad y la cultura.
Ellas te ayudarán a sobrevivir entre tus particulares temporales de fuerza 8.
Y en el peor de los casos, si no queda otra, a perderte con tu barco luchando hasta el final, silencioso y sereno como un buen marino.
Con el consuelo de que lo hiciste todo lo mejor posible.
El capitán Pérez-Reverte escribió:Y te aseguro que un mistral de fuerza 8 pegando en la amura de estribor durante horas, con sólo una trinquetilla arriba, la mayor reducida alúltimo rizo y el barco
-valiente, fiel y marinero, bendito sea- navegando a ocho nudos escorado hasta el trancanil, dando pantocazos, macheteando entre rociones y rachas la maldita ola corta mediterránea, es algo que, por mucho que ames el mar, puede hacerte renegar de
él, de los barcos y de la madre que te parió.
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Rogorn escribió:me entran unas ganas locas de volver a coger a O'brian
Ni siquiera voy a mencionar la necrofilia.Sólo
"Hala lo que ha dicho".
JackRackham escribió:Remo, en vez de releer(que apetece máis en veranín) píllate Nosotros Los Ahogados de Jensen.
Mola miles.
http://literaturanordica.blogspot.es/1290070680/
mi arguiñano particular escribió:(por cierto, curro y casa me han tenido apartá de tus verduras sin verduras, pero sigo dándole vueltas)
Sólo quería decirte que, lo mismo que el mar, espejo de la vida, también la tierra firme-engañosamente firme- tiene borrascas perfectas que discurren por el corazón del ser humano, probándolo, tanteando su resistencia y su coraje.
Y que no hay mejor adiestramiento y ojo marinero para enfrentarse a ellas, aparte una saludable incertidumbre, que la lucidez, la tenacidad y la cultura.
Ellas te ayudarán a sobrevivir entre tus particulares temporales de fuerza 8.
Y en el peor de los casos, si no queda otra, a perderte con tu barco luchando hasta el final, silencioso y sereno como un buen marino.
Con el consuelo de que lo hiciste todo lo mejor posible.
Siana escribió:Realmente, el mar nos aniquila y nos consume, agota nuestra fantasía y nuestra voluntad.
Su infinita monotonía, sus infinitos cambios, su soledad inmensa nos arrastran a la contemplación
.
[….
]
Queremos comprender el mar, y no le comprendemos; queremos hallarle una razón, y no se la hallamos.
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[…]
Muchas veces sospechamos si habrá en
él escondido algo como una
lección
; en momentos se figura uno haber descifrado su misterio; en otros, se nos escapa su enseñanza y se pierde en el reflejo de las olas y en el silbido del viento
.
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Las inquietudes de Shanti Andía
.
Pío Baroja.