El pasado sábado, 23 de abril, volvimos a tener la oportunidad de reunirnos con Arturo en la Taberna del Capitán Alatriste en Madrid.

Asistieron a la cena Acuario, Ada, Alberich, Agustinadearagon, Amilostercios, Bowman, Earelen, ElCuriosoImpertinente, Elisheva, Endeavour, Julito, Koora_linax, Lalaith, Lansquenete, Nexus6, Quemeplace, Remolina, Rogorn, Siana, Trinidad y ViveDios.

Quedamos, como siempre, a las 8 en la Taberna del Capitán Alatriste, nos intercambiamos los regalos del AIL

(Amigo Invisible Literario), para celebrar el día del libro, tomamos un vino, y bajamos al comedor.

Arturo llegó a las 9.20 o así.

Venía de haber estado navegando la semana anterior, con tiempo nada bueno.

Dijo que estaba ocupado al día siguiente, a pesar de lo cual estuvo allí hasta las 0.45.

Traía para regalarnos una nota autógrafa de Viggo Mortensen.





Cada vez se va haciendo más difícil resumir estos encuentros con Arturo.

Al principio eran lo que vienen siendo ahora las preguntas que recibe por Twitter: consultas muy concretas, quizá largo tiempo guardadas en el cajón.

Ahora, gracias precisamente a Twitter, varias de esas dudas puntuales se responden cada semana, de manera que estas cenas han podido pasar a ser más una conversación larga y compleja, con intercambio de ideas, a veces a varias bandas, y donde

él pregunta cosas también.

ALATRISTE

‘El puente de los asesinos’ saldrá en otoño, debido a lo bien que se sigue vendiendo

‘El asedio’ y a que la telenovela

‘La Reina del Sur’, de la que ni tuvimos tiempo de hablar, se seguirá emitiendo varias semanas más aún.

Tratará de una conspiración imaginaria, basada en una real anterior, para matar al Dux de Venecia durante una misa en Navidad.

LOS BARCOS

‘Los barcos se pierden en tierra’, la recopilación de artículos sobre el mar que saldrá dentro de un mes, no tendrá relatos nuevos escritos ex profeso para el libro.

Todos habrán aparecido antes en prensa

(tanto en

‘XL Semanal’ como en otros medios), y algunos en las recopilaciones de Patentes de Corso.

Entre ellos estará la versión original de

‘Los barcos se pudren en tierra’, que se publicó en

‘Le Figaro’ en francés, y que Arturo había escrito en castellano y traducido

él mismo al francés en gran parte, luego completada y revisada por un traductor profesional.

El título del relato mantendrá el

‘pudren’, pero el del libro, por consejo editorial, se cambia a

‘pierden’.

Además, para publicitar el lanzamiento del séptimo Alatriste, este libro llevará un encarte con las portadas de todos los volúmenes de la saga, incluyendo una rechazada por

él para

‘El puente de los asesinos’ porque no le gustaba

("tenía poca acción"), y que por lo tanto será diferente cuando se publique.

LA NOVELA SIGUIENTE

Lleva dos capítulos escritos de la novela que seguirá a

‘El puente de los asesinos’, y que debería salir en otoño de 2012.

No quiso decir el título.

Estará ambientada en tres momentos diferentes: los años 20, 30 y 60, en Argentina, en un crucero, en Niza y en Sorrento, con los mismos personajes centrales, que se reencuentran.

La guerra civil española sólo saldrán de telón muy de fondo.

De hecho, a alguien de su familia le pasó el que la guerra civil le pillara lejos, en la Costa Azul francesa.

Habrá ajedrez, espionaje, ladrones de guantes blanco, amor y sexo turbio.

Fiel a su costumbre de llevar siempre consigo algo para leer, traía en el bolsillo un libro sobre el tango argentino en Francia.

Un coñazo, dijo, pero con alguna pepita de información valiosa.

Vittorio de Sica es la inspiración para el personaje masculino.

Otro personaje, Armando, será un músico con retazos de la vida de Stravinsky, Ravel o Falla.

También comentó que estaba escuchando mucha música de los años veinte y treinta y leyendo muchas biografías.

Explicó que trabajaba con una especial concentración, ya que estos primeros pasos en un nuevo texto definen y establecen un tono que marcará toda la obra y que es difícil, si no imposible, corregir a posteriori, con el borrador acabado o incluso mediado.

EL BLOG DE PEREZREVERTE.COM y TWITTER

La sección de la página perezreverte.com donde se publican las Patentes cada lunes dejará de permitir comentarios, debido a la cantidad de mensajes insultantes y fuera de tema puestos por trolls.

Se le sugirieron algunas ideas

(por una vez, los expertos

éramos nosotros en esta cuestión), pero por lo que se ve, desde el lunes esta es la decisión final.

Una pena, porque Arturo siempre se muestra interesado en

“el otro lado de la colina”, en cómo se recibe lo que escribe y las reacciones que provoca.

De ahí su interés en Twitter, del que dice que

“cuando falto un domingo ya me siento en deuda con los lectores”.

También aclaró que si quien escribe las Patentes es un personaje un tanto más crudo que

él, quien escribe en Twitter es

él mismo.

Sobre si existían entonces dos Arturos, se le dijo que era un caballero, y

él contestó:

“Soy un caballero, pero no soy un caballero”, frase de una película de Gloria Swanson,

‘La reina Kelly’, de la que también salen imágenes en

‘El crepúsculo de los dioses’.

Sobre la repercusión de algunos tweets suyos, en especial el caso Moratinos, dijo que no lo preveía

(ni mucho menos lo buscaba), pero que le habían mostrado el iceberg que puede estar acechando a este Titanic

(o Twittanic, jeje): que como empiecen a hacerse periódicos y telediarios a base de tweets, muchas personas conocidas podrían abandonar un medio que de otra forma seguirían usando, debido a la excesiva atención que puede generar un comentario de barra de bar.

Preguntado si lo de usar Twitter había sido idea suya o era una recomendación/imposición de la editorial, dijo muy claro que no, que la editorial no tenía nada que ver, que en realidad la idea había sido de su amigo Leandro, el que le lleva el tema informático,

él probó y le gustó el formato.

SU BIBLIOTECA

Dice que inventariar todos sus libros llevaría años y que no quiere a alguien extraño tanto tiempo por su casa.

A muchos nos extrañó que se tarde tanto en hacer un inventario, por mucho que sean 30.000 libros, pero

él dijo que alguien de su familia, con una biblioteca de 10.000 libros, tuvo a alguien año y medio por casa trabajando en

él ocho horas al día.

Quizá el motivo sea la exhaustividad del inventario, que vaya más allá de título, autor, editorial, año y género.

Preguntado por si hace algo en especial para conservar los libros en buen estado, dijo que lo

único que hacía era procurar que nos les diera el sol directo, y tenerlos con unas bolitas de cedro detrás de los estantes para ahuyentar la carcoma.

Sobre si su biblioteca la había

"construido"

él desde cero o era heredada, dijo que bueno, un poco de todo, que había heredado libros de su padre, de su abuelo y que muchísimos los había recopilado

él.

También dijo que cuando faltara su madre engrosaría dicha biblioteca, puesto que sus hermanas ya tenían sus propias bibliotecas y no estaban tan interesados en las temáticas contenidas en los libros que posee su madre.

EL CHISTE DE LA POESÍA

Hablando de sus gustos poéticos, respondió con un chiste:

Un periodista y un gitano:

-¿Qué opina usted de la poesía?

-¿La poesía? Me cágon la poesía y en su puta madre.

Harto me tiene la poesía de loccohone.

El otro día se plantó en casa y se llevó a mi hemmano epposao al cuartelillo, la puta poesía.

-No, hombre, no.

Se equivoca usted.

Eso es la policía, no la poesía.

Yo me refiero a los poemas.

-¿Loppoema? Poema el que vamo a tené pa sacá a mi hemmano del puto cuartelillo.

Y en respuesta a la pregunta, le gusta Miguel Hernández, y la poesía que rima.

VARIOS

El gaditano Amilostercios, a quien le

“gusta meterse por las casas”

(juas), le habló de una casa en Cádiz donde hay un letrerito que indica el impacto de una bala francesa en 1812, lugar que Arturo no conocía, en la calle del Rosario, cerca de la Santa Cueva.

"Del capitán Desfosseux, claro", dijo Arturo.

Como apareció en la Patente

‘El desayuno del ajedrecista’, Arturo estuvo en Montecarlo en el torneo de ajedrez Amber Chess, y además de observar a Vasily Ivanchuk, se encontró con que el armenio Levon Aronian, número 3 del mundo, reconoció a Arturo y mandó a alguien a que le trajera de su habitación el ejemplar de

‘La tabla de Flandes’ en inglés que tenía consigo, para que Arturo se lo firmara, y le llamó maestro.

Arturo estaba muy satisfecho de este reconocimiento de un profesional.

“Salí de allí flotando”.

No sé si fue

él el mismo ajedrecista que le dijo que las mujeres nunca ganan torneos de ajedrez a causa de los cambios hormonales que sufren periódicamente y que provocan una fluctuación emocional que no permite la concentración y constancia anímica que requiere este juego, sobre todo en torneos de semanas consecutivas de duración con partidas de horas cada día.

Le pareció un gran razonamiento que puede que use en algún escrito en el futuro.

De aquí se enlazó con el tema de los francotiradores, de los cuales también destacaba dicha necesidad de estabilidad.

Dijo que era más necesario un estado de

ánimo templado y constante para una buena puntería.

En la próxima patente aparecerá una historia que le contó una profesora, de un crío al que habían regañado por haber pegado a una compi, y el renacuajo había respondido que si eran iguales las niñas y los niños por qué no podía pegar a una niña.

Calificó a los niños de honestos y de lógica aplastante.

Pero que le gustaban tan sólo hasta los siete años más o menos, que luego ya se maleaban y adquirían los vicios de los adultos.

También se le preguntó por la pulsera semanario, que dos de sus protagonistas femeninas visten.

Contestó que era una joya que siempre le había gustado, que tenían su madre, su hija, y que

él mismo había regalado en alguna ocasión.

Aparte de Teresa Mendoza,

él no recordaba qué otra mujer de sus novelas llevaba un semanario:

“Llevaba su falda larga y amplia de algodón azul, y una blusa blanca que resaltaba el bronceado de los

últimos días.

El pelo estaba sedoso y limpio igual que una escueta cortina de oro; la había visto lavárselo por la tarde.

Para la ocasión sustituía el reloj masculino por un semanario de plata, cuyos siete aros relucían a la luz de la vela que ardía en el cuello de una botella, a un lado de la mesa.

”

– Tánger Soto, a punto de preguntarle a Coy cómo son las negras.

Preguntado si habría también en su nueva novela una pérfida

“como es habitual” en su narrativa, contestó que no todos sus personajes femeninos son malas mujeres, Teresa Mendoza por ejemplo.

Dijo que Javier Marías aún es joven para ser candidato al Nobel, pero es de las mejores posibilidades españolas, y que hay muchas mujeres lectoras a quienes les gustan los libros de ambos, lo cual

él ve curioso, porque son muy distintos.

Se le dijo entonces que seguramente a estas mujeres no les gustarían novelas

“de guerra” como

‘El sol de Breda’ o

‘Corsarios de Levante’.

Preguntado por Alessandro Baricco y

‘Seda’, dijo que le parecía más bien flojito.

Entre las películas italianas mencionadas al hilo del próximo libro estuvieron

‘Perdona si te llamo amor’ y

‘Bienvenido al sur’.

Sobre los libros pirateados, dice que siempre afectan, aunque a

él no demasiado, quizá un 5-10%, pero que a otros autores les resulta muy perjudicial.

Que sólo hay seis autores que puedan vivir bien en España de vender libros.

Él, con los años, ha ido cobrando más de un 10% de porcentaje de ventas.

De

‘El asedio’ ha vendido 450.000 ejemplares, el segundo que más este año tras

‘El tiempo entre costuras’, que vendió 800.000.

Mencionó que Carlos Ruiz Zafón e Ildefonso Falcones habían bajado mucho con respecto a sus anteriores

éxitos de ventas.

Dijo que todos los escritores, hasta los mejores, tienen libros infumables, incluso Juan Marsé, de quien no le gusta

‘Rabos de lagartija’, pero que será inmortal por

‘Últimas tardes con Teresa’, o Thomas Pynchon, de quien siempre recomienda

‘V’.

Se mencionó a Milo Manara también.

Dice conocer alguna mujer como las que dibuja.

Tiene tres ordenadores, uno de ellos en el barco, y dos en casa, uno de los cuales, sin conexión a internet, es donde escribe los libros.

Ser militar no le gustaba y ser marino le parecía por experiencia familiar una esclavitud demasiado grande, así que se inclinó por ser reportero, freelance para empezar, vendiendo fotos hechas por

él a otros periodistas que no salían del hotel.

Preguntado por influencias o similitudes con Tintín, dijo que Tintín no fue la inspiración, fue la solución.

Dijo que habría aceptado que su hija fuera reportera, pero que no le habría gustado nada, ya que la guerra es un sitio mucho más peligroso para una mujer que para un hombre.

Lo de la periodista norteamericana en Egipto es una muestra de nuestros días.

En un lugar en guerra, ir con compañía femenina puede ser aún más peligroso para el hombre que la acompañe porque pueden matarlo a

él para violarla a ella más cómodamente.

Repitió la idea de que es difícil estar en sitios así cuando se tiene familia, que pesa mucho cuando se tiene que huir a cuestas con ella, como Eneas.

Lo mismo siente Felipe Mojarra en

‘El asedio’, novela de la que tampoco llegamos a tener tiempo de comentar, a pesar de que

íbamos con muchas ganas de hacerlo.

El tema de la mujer también apareció:

“Los daños son más irreparables en una mujer que en un hombre, porque las mujeres tienen fecha de caducidad.

Si algo le ocurre a una mujer en su momento de plenitud en la vida se puede reparar, pero si no, es como una herida que nunca cicatriza.

He visto mujeres muy inteligentes destrozadas por hijos de puta sin ningún valor, aceptando a veces situaciones de sumisión y dependencia”.

Preguntado por qué pasa eso, dijo que la respuesta

“se llama coño.

Y la gente inteligente entiende lo que estoy diciendo: hay algo en la memoria genética de esas mujeres que aún no ha cambiado.

Algunas tienen cabeza del siglo XXI y cuerpo

(sensaciones, afectos, impulsos, sexualidad) del siglo XIX”.

Se le sugirió que eso es cultural, y estuvo de acuerdo:

“La cultura influye en la genética.

Tú eres lo que heredaste de tus padres y abuelos, y eso puede cambiar.

Pero todavía hay mujeres que piensan que por irse a trabajar dejan al niño abandonado en casa.

Si a eso añades un hombre que las machaca y un mundo hecho por hombres, hay un desfase muy claro.

Pero cuando una tía es leal y valiente no hay león del Atlas ni dóberman que se le compare.

”

Redondeó el tema con una teoría que temía no saber explicar bien, pero que sí lo hizo:

“Hay un error biológico en todo esto: el ser humano, como especie animal, tenía hace millones de años unos roles y comportamientos que le permitían sobrevivir.

El macho cazaba la chuleta de mamut, la mujer paría, el incesto es tabú, etc.

Cosas que no se discutían.

El término

“machismo” no existía.

No era una situación elegida conscientemente, sino una especialización natural.

Después, con el tiempo, el mundo ha evolucionado hacia un lugar donde esas funciones ya no tienen sentido socialmente, pero culturalmente y biológicamente la situación no está del todo actualizada.

Entonces, hay un desfase entre la sociedad y la biología, porque es dificilísimo modificar en un siglo una herencia de millones de años.

Por eso, las mujeres ahora sois un error biológico todavía no reparado.

Y por extensión, los hombres también: yo ahora tendría que estar cazando para que pudierais comer y vosotras tendríais que estar pariendo”.

“Mañana se lo digo a mi mujer, que ella es un error biológico, a ver qué pasa”, se le dijo entre risas.

Curiosa y paradójicamente, continuó, todos estos viejos roles vuelven a ocurrir en tiempos

“cuando todo se va a tomar por el culo.

Cuando llega Sarajevo, a ella la violan mientras intenta proteger a los cachorros, y

él coge una escopeta, blanco de miedo porque ya no es su rol, a intentar parar a los serbios.

Acojonado, porque ya no tenemos costumbre de cazar, sino de tocar teclas en un ordenador”.

La compañía femenina, incluso la de pago, sirve de mucho a muchos hombres, de muchas maneras diferentes: sexo, conversación, compañía, escucha, analgésico, hacer lo que les digan, irse, quedarse, etc.

En otro momento anterior había dicho que

África antes del SIDA era muy diferente para los corresponsales.

Supongo que va por lo sexual tanto como por lo de salud en general.

Arturo dijo tener una teoría política aún no acabada de formar: que este estado nuestro no tiene futuro y ha de desmembrarse, ha de desaparecer.

¿Para ser sustituido por qué? Pues ahí está la madre del cordero.

El razonamiento es que en el sistema democrático que tenemos ahora, los reyes incapaces, los curas fanáticos y los nobles corruptos que durante siglos han causado tantos males a unos españoles que habrían sido buenos vasallos si hubieran tenido buenos señores ya no tienen toda la culpa de lo que pasa.

Ahora es ese propio pueblo el que elige gobernantes, los tolera cuando no cumplen y hasta los reeligen cuando están convictos y confesos.

Puso como ejemplo la elección de un tal

‘El Patillas’, ex cantaor de flamenco, como alcalde de Alcaucín

(Málaga), donde ha estado mandando el cortijo durante casi dos décadas de corrupción continua:
http://www.elcorreo.com/alava/20090305/ ... 90305.html

Sobre la incesante cuestión de si

él es de derechas o de izquierdas, dice que no es ni lo uno ni lo otro, sino alguien que lee

(creo que tiene dicho en alguna parte que nunca vota, pero no dijo nada de eso esta vez), y que quizá ahora la derecha se le acerca porque da caña a un gobierno socialista, pero que cuando entren los otros, la dará a los otros, no por ser los otros sino porque serán los que mandan.

Y que ya la dio, por ejemplo con el

‘Prestige’, cuando estuvieron esos otros.

“¿Sientes que estás muerto?”, fue la

última pregunta, de alguien que había leído demasiado EPDB.

“No, pero sí sé que voy a morir”, respondió.

REGALO

Como siempre, le llevamos algo para agradecerle la deferencia que tiene con nosotros, y esta vez fue una makila hecha ex profeso para

él.

Una makila es un bastón vasco con un pincho o estoque escondido.

No se parece en realidad al que manejaba el maestro de esgrima en la novela del mismo nombre, pero los fabricantes permiten grabar en

él una inscripción, y nos inclinamos por el lema de los Astarloa,

“A mí”, con la idea de que pareciera un objeto real sacado de la antigua colección del propio don Jaime.





Después hizo tiempo para firmar libros a quien quiso y nos despedimos.

Gracias de nuevo a

él por dejarnos quitarle a todos sus futuros lectores unas horas de trabajo suyo, pero esperamos que este relato compense.
