Cambiando de tercio y tratando de subirnos el

ánimo ante el desastre en la bella

(y prima hermana) Galicia, debo decir que acabo de recordar algo.

Este mes

(no recuerdo el día exacto, pero temo que eso sería mucho pedir!) se cumplen 16 años de mi primera asistencia a un concierto.

Había logrado yo arrastrar a mi familia a un bonito camping de Luarca

(uno de los rincones más bellos de Asturias, y no lo digo sólo por motivos sentimentales) empeñada en ver unos días a mi primer amor

(una ya era así de convincente a los doce años!!) cuando mi padre se empeñó en darme una sorpresa.

Apareció en el citado lugar a lomos de un caballo blanco

(bueno, no, era una moto roja, pero para el caso.

.

.

) y me preguntó si quería ir a Gijón, a un concierto.

Qué nervios!!! Pero.

.

.

irme de Luarca un día entero??? Y mi niño???

(oh, tragedia!) Mi padre me aseguró que nuestro amor podría sobrevivir a una separación de ocho horas.

Le creí, claro, por algo era mi padre, el hombre más listo del mundo!!! Pero yo dudaba.

.

.

hasta que me dijo de quién era el concierto.

.

.

DAVID BOWIE!!

8O

Definitivamente, mi amor podría superar la distancia, así que me puse el casco de hormiga atómica y partimos rumbo a la aventura.

A parte del gentío, la emoción, y el infarto que fingió en directo el Duque Blanco, debo decir que lo que más me entusiasmó fue el estar viendo ante mis narices.

.

.

AL REY DE LOS GOBBLINS!!!!!!!

:lol:

Así que nada, en honor a

él, que fue mi primer concierto, aquí estoy yo, nostálgica perdida escuchando

"As the world falls down".

Y serán delirios de la fiebre, pero casi estoy segura de ver al Rey de los Gobblins bailando con Sarah dentro de una burbuja!!

